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Jenny Holzer, artista conceptual estadounidense que trabaja con textos.


Jenny Holzer (nacida el 29 de julio de 1950 en Gallipolis, Ohio) es una artista conceptual estadounidense. Holzer fue originalmente artista abstracta, pero después de trasladarse a Nueva York, comenzó a trabajar con textos. Estos han aparecido en camisetas, carteles, bancos de mármol incluso en envolturas de condones, sus palabras han sido proyectadas en edificios de gobiernos y corporativos de todo el mundo. Utilizando la retórica de los sistemas de información con el fin de hacer frente a las Injusticias.

Desde hace más de treinta años, Jenny Holzer ha presentado sus ideas, argumentos y penas en lugares públicos y exposiciones internacionales como el 7 World Trade Center, el Reichstag, la Bienal de Venecia, el Museo Guggenheim de Nueva York y Bilbao o el Whitney Museum of American Art.

Vive y trabaja en Nueva York desde que se mudó allí en la década de los 70.

Jenny Holzer se dio a conocer dentro del arte norteamericano en la década de los ochenta.​ Es durante sus estudios de máster, en 1975, cuando comienza a interesarse principalmente por el lenguaje, la instalación y el arte público, tomando, inicialmente, el espacio urbano como marco para sus proyectos. En su búsqueda de modos más directos para llegar con su mensaje artístico al público general, comienza a utilizar medios de comunicación no tradicionalmente artísticos, desde carteles y pancartas en la vía pública, hasta anuncios electrónicos y spots televisivos. Finalmente, adoptará los letreros electrónicos por lo que es conocida hoy: esculturas de señales electrónicas led​ que reproducen sus mensajes o textos en un constante bucle. Durante los últimos años ha desarrollado principalmente proyectos a gran escala para lugares públicos, con proyecciones de luz que iluminan fachadas en entornos urbanos, así ríos o montañas.

Como persona, Jenny Holzer en una mujer de pocas palabras. Como artista es la mujer del millón de palabras. Hace treinta y nueve años que se trasladó a Nueva York y se alejó de la pintura tradicional para centrarse en el arte conceptual y su lenguaje cargado de lemas, frases, versos y citas. Vive entre su granja de Hoosick, Nueva York y su apartamento en Eldridge street en Manhattan.

Jenny Holzer plantea con sus propuestas artísticas, y sirviéndose de la publicidad urbana, problemas y demandas sociales.​ En un primer momento la artista pegó sus obras mecanografiadas en la calle del Soho y en Manhattan. Posteriormente estas fueron impresas en camisetas, cabinas telefónicas y fachadas de edificios.

Utiliza los códigos comunicativos léxicos, aunque los modifica para enfatizar textos y voces proyectadas que los convierten en artificiosos medios de concienciación. Le dio así la vuelta radicalmente al modelo el lenguaje empleado por los artistas conceptuales. Los textos de la artista son directos, posiblemente por esto mismo son criticados; por esconder una supuesta ambición moralizante y didáctica a la vez. Mediante estos, Jenny Holzer transmite mensajes, sentencias, tesis y antítesis sobre cuestiones tabúes como sexo, violencia, amor, guerra y muerte.

Esta unión entre feminismo y posmodernismo tuvo como aportaciones destacables las obras de la década de los años ochenta que señalamos más adelante. Jenny Holzer es una artista cuyas propuestas iconográficas plantean, en un mundo donde los medios de comunicación adquieren relevancia, cómo las imágenes y los símbolos alteran sus significados cuando se sitúan en contextos diferentes. De este modo, la artista cuestiona en sus obras los códigos visuales y verbales dominantes que aparecen en los mass media. Aspectos como originalidad, apropiación, autoría, discurso o deconstrucción, serán temas comúnmente abordados por esta artista. Los códigos visuales utilizados en su trabajo son innovadores y mediante ellos critica los estereotipos.

Sus códigos verbales consisten en mensajes cortos que la artista proyecta en edificios y otros elementos urbanos (bancos, fuentes, espacios publicitarios, etc.). Sus frases aparecieron en Times Square utilizando como soporte una pantalla electrónica en la que aparecían frases como “Protect me from what I want” o, “Abuse of power come as no surprise”.

En sus obras Truisms, Living y Survival, la ubicación y las dimensiones de las proyecciones pueden compararse al de los grandes espacios publicitarios, haciendo un paralelismo con aquellos mensajes que merecen la pena ser difundidos bajo el juicio de los que tienen los medios para difundirlos, y aquellos que representan pensamientos personales y “sin importancia” colectiva.

En los 70 se trasladó a Nueva York, donde vive desde entonces, concentrándose en el lenguaje como medio. Comenzó su primera serie llamada "Truisms", 1977-1979, estampando aforismos escritos en mayúsculas en camisetas y carteles que posteriormente distribuyó por la ciudad. Colgó en diferentes espacios de la ciudad sus mensajes: cabinas telefónicas, parquímetros y paredes. Las frases con aforismos o afirmaciones grotescas sobre las condiciones sociales, la política, la vida cotidiana, la violencia y la sexualidad e impulsaban al lector a acercase y a reflexionar.

Entre 1979 y 1982, Holzer creó otra serie de pósteres. Los textos de "Inflamatory Essays", textos breves inspirados en los escritos de Hitler, Lenin, Mao y Trotsky, así como de filósofos y otras personalidades políticas. Posteriormente, Holzer inició una serie de paneles de bronce y otros metales con inscripciones de texto en gran tamaño.​ Estos paneles los colocó en el espacio público junto a las placas de bronce de consultas de médicos, galerías de artes, etc.

El mayor logro de Jenny Holzer fue utilizar el espacio público para insertar en el entorno urbano sus proyectos artísticos: Fue el momento decisivo de su carrera en 1982, cuando presentó sus frases al público en forma de mensajes sobre una pantalla electrónica​ que cambiaba constantemente en Times Square. Holzer empleó el texto cambiante de la pantalla para presentar tesis y antítesis, incrementando así la intensidad de la provocación.

Entre 1983 y 1985, Holzer trabajó en su "Survival Series", que presentó en varias combinaciones de carteles electrónicos, pantallas electrónicas de tamaño reducido y mesas de control de iluminación fotográfica. Holzer ya sabía que este tipo de métodos publicitarios podía también funcionar en los espacios de los museos y galerías, aunque su efecto en estos espacios interiores fuera menos potente que en el mundo exterior.

Holzer también utilizó otros medios donde escribir sus mensajes. En 1986 creó "Under a Rock", bancos de piedra con textos grabados en los que podían sentarse los visitantes de la exposición. Durante el siguiente año, realizó varios sarcófagos de granito que también llevaban inscripciones para la misma serie.

En 1987, para su participación en la Documenta 8, utilizó en su instalación por primera vez estrechas bandas luminosas de colores donde las letras se movían de arriba abajo.

En 1989 se convirtió en la primera artista femenina elegida para representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. También creó la serie “Laments”, su serie más personal,​ inspirada en la maternidad, la violación, el dolor, la tortura, da vida a la voz de trece personas de diferentes sexos y edad con sus frases. "Laments" vino durante la epidemia de sida, estos lamentos fueron exhibidos en el Dia del Art Fundation en trece sarcófagos de piedra y en trece letreros electrónicos led.

En 1992 crea la serie “War” que comenzó durante el conflicto del Golfo.

En 1993, el año en el que la guerra de Bosnia estaba en su punto más álgido, se publicó en la portada de la revista del Süddeutsche Zeitung un mensaje de Holzer impreso en tinta mezclada con la sangre de mujeres bosnias: “Donde mueren mujeres, estoy totalmente alerta”, que provocó un gran escándalo entre el público, Este proyecto “Lustmord” fue escrito desde la posición del perpetrador del delito, la víctima y el observador. Dentro de cada uno hay varias voces, Jenny no quería que fuera narrado solamente desde el punto de vista de la mujer violada. Con este proyecto y la serie fotográfica "Sex Murder", 1993-1994, donde escribió frases sobre la piel de mujeres, Holzer quería llamar la atención sobre los numerosos crímenes sexuales y violaciones que se producían en Bosnia. Holzer siempre ha sido una firme defensora de los derechos humanos y de las mujeres.

En 1996 utilizó láseres para proyectar textos en el monumento conmemorativo de la batalla de Leipzig de 1813. Aquel mismo año la composición de “Arno” comenzó como un texto para un video dirigido por Mark Pellington, para Red Hot & Dance, una institución benéfica para la prevención del sida. Reescribió este texto para la Bienal de Florencia.​ El texto aparecía en letreros en un pabellón que compartía con Helmut Lang. A medianoche, el texto era proyectado en el río Arno, esta fue su primera proyección Xénon. Una variación de este texto está en el Guggenheim de Bilbao. Holzer siempre ha seguido la innovación en cuanto a materiales se refiere, siempre utilizando la tecnología más avanzada y los materiales más nuevos, de forma que su respuesta sea adecuada y contemporánea. Desde pantallas electrónicas tridimensionales, gráficos por ordenador, una instalación en el ciberespacio y anuncios para la cadena​ musical de televisión MTV. No obstante, independientemente del medio, sus mensajes son siempre punzantes emocionalmente y hacen que el lector se detenga a pensar.



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