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Ángela Figuera Aymerich, escritora española, representante de la denominada poesía desarraigada.


Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 30 de octubre de 1902 - Madrid, 2 de abril de 1984) fue una escritora española, representante de la denominada poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra española.

Nació en Bilbao siendo la hija primogénita de la valenciana Amelia Aymerich y de Jesús Ángel Figuera. Estudió en el colegio del Sagrado Corazón y obtuvo el título de Bachiller en 1924 en el Instituto Provincial. En 1925 inició estudios de Filosofía y Letras como alumna libre, examinándose en Valladolid y concluyéndola en Madrid. Acabados sus estudios trabajó en una empresa de importación italiana, Aceros Poldi, y en 1931, en el colegio privado Decroly de Madrid y un años después en el colegio Montessori.​ En 1933 ganó la cátedra de Lengua y Literatura para Institutos de Segunda Enseñanza, y se casó con el ingeniero Julio Figuera.​ Fue destinada al Instituto de Educación Secundaria de Huelva, ciudad donde su primer hijo murió al nacer. Regresó a Madrid, donde residía al estallar la guerra civil española. Su marido, de ideología socialista, se alistó en el ejército republicano . El 30 de diciembre de 1936 nació su hijo Juan Ramón en medio de un bombardeo ("con salvas, como los reyes", escribirá). En febrero de 1937 Ángela y su familia fueron evacuados a Valencia donde fue destinada al Instituto de Alcoy, y más tarde en el de Murcia. Al finalizar la guerra fue represaliada. Volvieron a Madrid y durante un tiempo, ella y su hijo, se marcharon a Soria.

En 1948, publicó Mujer de barro, y un año después Soria pura. Se trata de una poesía simbolista que dejó paso a lo que ella llamaría "etapa preocupada", que comenzó con la publicación de su tercer libro, Vencida por el ángel, y duró dos décadas. En esta etapa, la escritora conecta con la miseria extrema, el hambre y la desolación en que los vencedores habían sumido a los vencidos. Mujer de barro y Soria pura había tenido problemas con la censura por su sensualidad y velado erotismo.

En 1952 empezó a trabajar en la Biblioteca Nacional de Madrid, y en 1954 se incorporó al servicio de “bibliobuses” que se ocupaba de llevar libros a la periferia de Madrid.​ Escribió El grito inútil, ganador del premio Ifach y en 1953 publicó las obras Víspera de la vida y Los días duros.

En 1957 recibió una beca para estudiar en París y conoció a Pablo Neruda, que le entregó una carta dirigida a los poetas españoles en la que reclamaba una "universalización del canto poético".​ Publicó, para eludir la censura, en 1958 en México Belleza cruel, con prólogo de León Felipe, con el que obtuvo el premio de poesía Nueva España concedido por la unión de Intelectuales Españoles de México.

En 1961 se reunió con su esposo en Avilés, donde Julio Figuera había logrado un puesto como ingeniero de la empresa Ensidesa. Ese año se publicó en Caracas su Primera antología. Al año siguiente, publicó Toco la tierra. Letanias, tras el cual se fue alejando de la poesía.​ En 1966 visitó la Unión Soviética y en 1969 México, invitada por el librero exiliado Alfredo Gracia. Tras la jubilación de su esposo, en 1971, el matrimonio se trasladó de nuevo a Madrid, sin llegar a integrarse en el mundillo literario y manteniéndose crítica con el proceso de la llamada transición política.

En 1979, presentó el libro, dirigido a los niños, Cuentos tontos para niños listos.​ Tras varios meses de enfermedad, murió el 2 de abril de 1984. Sus Obras completas fueron publicadas en 1986.

Estilo

Aunque en sus comienzos se percibe el influjo de Antonio Machado y el intimismo de Juan Ramón Jiménez, en su apego a lo cotidiano y paisajístico; pronto tomó relieve en su obra una visión del mundo más comprometida.​ Desarrolló su etapa de poesía social junto a escritores como Gabriel Celaya y Blas de Otero, también vascos y cuyo vínculo, más allá del ámbito poético, llevaría a Emilio Miró a denominarles "el triunvirato vasco de la poesía de posguerra".

Su lenguaje es sencillo; trata siempre de que su mensaje llegue a la gente. Su posición ideológica ha sido resumida por algún crítico como "existencialismo solidario".​ Recibió los elogios de Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Gabriel Aresti, Pablo Neruda, Max Aub y Carmen Conde entre otros.​ Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, árabe, holandés, sueco, rumano, checo, alemán, ruso, turco y ucraniano.

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